lunes, 20 de agosto de 2012

Semblanza (poema a la marimba)


Cuando escucho tu sonido tan divino
que producen tus teclas cuando vibran,
siento aleteos de blancas mariposas
en el pentagram de mi cálido jardín.

Es que eres misteriosa
como el nahual que tu cántaro sostiene
sobre tu cerviz que te dedica ya su canto
aunque triste esté el corazón

Es que no puedo olvidarte
o arrancarte de mis entrañas que te di;
ya te aboné con oración y sahumerios
donde eternamente vivirás.

Cuando puedas adicioname a tu nombre
para que me sirvas de dulce compañera,
porque eres dueña de místicos secretos
que en la vida recogí cuando caí.

Eres mi sensible confidente
al contarte mis penas y sin sabores;
es que tienes  algo que enamora
o simplemente el consejo que deseé.

Porque, cuando se llevan en el alma
los pesares que carcomen lo profundo
hay necesidad de una amiga
que tenga música en lugar de corazón.

Para que la muerte no me aceche
necesito decirte que te amo noche y día;
pero, si en tus dentros reina alguna duda
te ofresco convertirme a ti.

Convertido me deleitaré en tus manjares
para ser tu amante de una vez;
peinar con perfume tu invisible cabellera
donde reina mi poesía que en tus curvas descubrí.

Eres una nebulosa de aforismos
o constelación de prejuicios intangibles
que nacieron de la sinopsis de tu aliento
cómo el que al hombre inspiró.

Robas sin querer el pensamiento
para hipnotizarlo con tu talle
que no es más que otro oasis
donde el caminante traducida en samaritana
te encontró.

Que bello que Guatemala amamantara
tu horizontal silueta virginal
para quedarte por siempre con nosotros
y fueras nuestro distintivo matinal.

Es por ello que compartir quiero
este sabor de marimba en tecomates
cómo "súchiles" movido con baquetas,
cual "chucul" que algún árbol nos legó.

Traduces las penas en sonoros diapasones,
en el viento que oxigena tus designios
para darnos el aliento y la vida
para seguirte amando más.

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