viernes, 30 de septiembre de 2011

A Francisco José Cajas Ovando

Desde la esencia de tu crónica bendita
vengo saturando mi alma que la adora;
son tan bellos sus múltiples secretos
que nos lleva a conocer su aurora.

Me asemejo a los rayos de la luna
para introducirme en la magia y su encanto
que algún quetzalteco dejó perdidos
con una tristeza, carcajada sutil o un lamento.

En esa rendija del callejón preciado
se esconde algún romance del tiempo pasajero
es ahí cuando don Paquito se desvela
para contarnos su concepto verdadero.

He querido a través de mi poesía
ser crisol de éstas facetas especiales
pero aún no estoy beatificado
para entrar como él a sus linderos ancestrales.

Me embriago en el verbo que trasluce
porque adoro a mi leal Quetzaltenango;
no quiero morir sin saborear su historia
que con rimas y versos yo sostengo.

Ya no camino sin rumbo fijo
y pongo mis pies en arena movediza:
hoy inclino mi pensamiento en mis costumbres
que Francisco Ovando descubrió en mi ceniza.

Gracias Francisco José Cajas Ovando
por hacerme despertar con tus letrados
los que te roban el sueño y momentos tan queridos
pero tu devenir los tiene orificados.

Honor a:
“Historial Señorita Quetzaltenango”
“Vanushca”
“Historia de Cantones y Calles”
y el “Historial Reina del Deporte Quetzalteco”.
“Alcaldes de Quetzaltenango”
“Historia del Salón de Honor”
“Cronología de la marimba”
Escritas por nuestro dialéctico escritor.

No te importan tempestades y miradas
que al querer desanimarte florecen a tu paso;
tienes el valor del Jesucristo prometido
para rasgar el velo que nos aparta del ocaso.

La terminología que hoy de ti tenemos
son la revelación que estaba por venir,
por eso eres intermediario en su gran filosofía
por la cual tus obras tienen que existir.

Quetzaltenango conoce más atuendos
para poder cumplir con su objetivo celestial;
son nuestras herencias que no debemos olvidar
porque contienen verídico historial.

Mi elocución no llega a lo profundo
porque solo lo hacen los selectos;
como ejemplo nuestro cronista quetzalteco
que tiene en el alma términos dilectos.

Mis pupilas se sienten satisfechas
por ver de mi terruño su clara realidad,
tener como testigos las obras literarias
de mi homenajeado que perpetúa a mi ciudad.

Por eso la historia xelajuence se inmortaliza
y toma su sentido en esta fecha;
pongamos nuestro límpido y puro corazón
en las entrañas de Quetzaltenango
que también es nuestra intención.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Salutación a la Reina del Deporte 2011


Mi cielo quetzalteco tiene otra estrella

que lo rubrica en lo inmarcesible de la vida
no digamos en su historial único y divino
en que el deporte nunca se hace peregrino.

Quetzaltenango distiende sus níveas alas
para elevarse más allá de las alturas
pues hoy tiene su gema más querida en partituras
que le diera el jardín de los ensueños.

Es por ello que la inspiración se beatifica
en las líneas delicadas de Josselyn Pozuelos
quien con su esencia de doncella
hacen que nazcan más poetas en su luna que destella.

La divinidad que secunda mis cuartetos
es la rúbrica de la cultura en general
la que converge con la inmensidad astral
donde mi terruño guarda sus cándidos secretos.

Es el deporte y nuestra bella soberana
quienes hacen que la poesía viva y sea eterna
porque Quetzaltenango nunca morirá tampoco
aunque hayan embates en su gloria.

Al referirme al deporte que también es luz
he de agradecerle al sumo Redentor
ese legado que ennoblece y purifica
la creación que es también su orgullo.

He de evocar los altares griegos y romanos
donde sus olimpiadas están en páginas sagradas
por ello cada deportista quetzalteco es mensajero de esos Dioses
que nos inducen a la filosofía que engalana, educa y enamora.

Hoy el deporte tiene su mensajera de luz y de poesía
pebetero fémino de iridiscencia ineludible
quien iluminará nuestro sendero tal vez abstracto
y convierta en diamantes los pedruscos del camino.

Con ella caminaremos de la mano hacia el laurel
que será ceñido en nuestra frente al final de la faena,
porque nuestro paso por la senda de la vida
también es un esfuerzo para llegar a Dios.

Hoy de mi parte encomiendo mi sacrificio a esta dulce niña
para que fortalezca mis sienes ya cansadas;
sé que como atleta en la poesía donde ella vive
he llegado a la meta para entregarle mi noble inspiración.

No tengo la culpa de ser humilde quetzalteco
para apreciar y sensibilizarme en su cándida belleza
y como no tengo mirra y azahares para ella
Quetzaltenango me hará favor de bendecirla más.

¡Salud deportistas quetzaltecos…!

Si en alguno de mis versos tan sencillos
hace falta alguna rima o elocuencia
van en la esencia de mi musa y en sus poros
y en la profundidad de su noble corazón.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Bienvenida Guatemala a Xelafer 2011

Suchitepéquez
En nuestra feria departamental
bienvenido es tu carnaval
el que viene con cafeto en flor
y de tus entrañas el calor.

Retalhuleu
Cómo no apreciarte Capital del Mundo
si nos traes el sumo tan profundo
de tus palmeras que son bellas
al relucir de las nítidas estrellas.

San Marcos
En nuestra solemne efemérides
de tu Palacio Maya mucho nos traes
no digamos del jardín de tu ensenada
en que florece tu Agua Tibia adormecida.

Petén
El Gran Jaguar nos trae el jade verde
y la serenata de Piedras Negras que arde
en cada ceiba o su gran lago
que es espejo sin rezago.

Huehuetenango
Juan Diéguez Olaverri se presenta con amor
con su poema que está en tu mirador
también Aguacatán con su norte y sur
agradeciendo la mística de Domingo Bethancourt.

Totonicapán
Tu olor de manzanas y pinares
se estampa en estas fiestas singulares;
es por ello que también eres bienvenida
no sólo ahora sino por toda la vida.

Sololá
Tu Xocomil nos trina la serenata
que tus apóstoles hacen tan innata
la que está escrita en tu Atitlán y juventud,
novios de nuestra luna bella de Xelajú.

Jalapa
Tierra del sol que nace ardiente
porque nos ama desde el oriente
el que en el Siete Orejas viene a dormir,
porque es otra cuna en su gran devenir.

Jutiapa
Tienes tu encanto verdadero
el que conquistó nuestro corazón sincero
principalmente con tu atractivo tan gentil
al compartir con nosotros tu esencia y tu pensil.

Chiquimula
Como obsequio a nuestra fiesta septembrina
nos envías una bendición de tu Cristo que adivina
que también bendice y nos ampara
y nos tiene en sus manos desde ahora.

El Progreso
Nos das tu nombre como idea soberana
para progresar en cultura y ser tu hermana,
intercambiar con laureles la gran filosofía
de amarnos de ser posible cada día.

Escuintla
Nuestro Centro Histórico ya se ilumina
con el collar de cada golondrina
que sin duda trae tus costumbres
para que se quede en nuestra cumbres.

Baja Verapaz
Nos llenamos de rubís y esmeraldas
que nos traen tus Quetzales de tus faldas,
como también el secreto del abstracto Lankin,
que con sus grutas nos dan sangre de carmín.

Santa Rosa
Parte de tu credencial es de Osmundo Arriola
por tenerte en su Querido Rincón que te orla,
no sólo en el “nardo de oro de la estrellas”
que ya traes en tu frente como las vívidas doncellas.

Alta Verapaz
Con tu flora la obsidiana se diluye
como suspiro de Monja Blanca que te incluye
en nuestro vergel de creencias ancestrales
para bailar el son con marimbas inmortales.

Izabal
Tiñes el güipil quetzalteco que es real
con el azul de tu Río Dulce sin igual
donde barcarolas relucientes con el sol
nos hacen cada día dialéctico crisol.

Guatemala
Cómo no saludarnos nuestra linda capital
con la bandera de tu Palacio Nacional
para recordar que este leal Quetzaltenango
es el Sexto Estado que sencillamente omite el rango.

Sacatepéquez
Ah…! La antañona y soñada Antigua
que con sus templos y su devenir atestigua
la existencia del Beato Hermano Pedro de Betancur
que nos llama a la reflexión de cambiar por joyero el ataúd.

Zacapa
Tierna y reluciente como siempre
traes tu pom como holocausto y temple
pero en el fondo la sonrisa de tu gente
que se hermana en oración con occidente.

Quiché
Nos traes tus celajes tan preciados
sin mirra pero con oro entrelazados
y de tu Chichicastenango el Popol Vuj
con la oración de Ximénez y canto de laud.

Chimaltenango
Te bañan los cristalinos Aposentos
para venir a nuestra fiesta con acentos
trayendo de tu alameda singular
tus valiosos escudos para nuestro ideal forjar.

Quetzaltenango
Xelajú, princesa enamorada de Tecún,
fragmento del poema que aún
está emergiendo de mi pecho
para darle a tu feria las diademas
que conlleva estas veintidós ineludibles gemas.

Que bello que se volvieran xelajuenses
pero tienen que volver a su santuario
nosotros nos quedamos con la Virgen del Rosario
que por siempre será testigo de su amor.

Y así cuando nos toque visitarles
Quetzaltenango quedará engastado allá
solo así sabremos que la reciprocidad hará
el hermanamiento que florece desde ya.