viernes, 12 de diciembre de 2008

Reflexiones en Navidad y Año Nuevo

Porque pensar en algarabías en año nuevo, si mucho tenemos que orar

Bendito el que tuvo en navidad una oración en sus labios pobre él que de ella se aparto

Que tu mejor tarjeta de navidad haya sido tu sonrisa benefactora.

Para escribir pensamientos se necesita suficiente filosofía o un sensible corazón navideño.

Si no podemos cambiar en navidad o año nuevo, siquiera hagamos el intento.

Que la mejor iridiscencia del árbol navideño sea el supremo respeto al hermano y al desvalido.

Que el año nuevo sea oportunidad de renovar nuestros votos de confianza y no sólo para entregar un valioso presente.

Que el año nuevo no sea el disfraz de la hipocresía.

Que la navidad y el año nuevo sean el confesionario que nos limpie y nos humanice.

Que este año nuevo sea el primer paso hacia el cambio total.

Que este año nuevo no sea competencia en algún regalo, sino en alcanzar la verdadera sinceridad.

Quien no entiende el llamado que nos hace esta festividad espiritual tiene enfermo el corazón.

En esta navidad, mi corazón te pidió posada, espero que siempre continúe en tí.

Que mi ser sea el farol que siempre te de luz, así merezca yo la tuya.

Que la navidad sea la magia para cambiar nuestros defectos

Que la navidad nos enseñe a perdonar para ser perdonados

Que la navidad sea cada día para que nunca fenézcala reflexión.

Que la etiqueta de cada obsequio lleve la esencia de la humildad.

No interesa el regalo, sino la intención que conlleva.

Cada alma tiene una luz, apreciémosla desde esta navidad.

Al recordar el nacimiento de Jesús, podamos renacer en el pesebre del amor.

No esperemos la navidad para amar, amemos siempre,

Que en nuestra oración navideña, vaya el recuerdo hacia el niño de la calle, la viuda y el inválido.

Si no podemos obsequiar una uva en esta navidad, demos una sonrisa.

Que nuestras manos en esta navidad estén siempre abiertas para dar, luego para recibir.

Apreciemos la navidad en el sueño y sonrisa del niño, no en la vanidad.

Adornemos nuestro hogar con el aroma del pinabete, pero principalmente con la bondad.

Que esta navidad llene tu mente, corazón y alma de sabiduría y caridad para vivir lleno de felicidad.

En esta navidad solo haya espacio para la reflexión.

Que en los deseos de cada navidad resplandezca el respeto mutuo.

Busquemos la forma de encontrar la justicia en nuestros comportamientos navideños.

Que tu abrazo navideño vaya saturado de integridad.

Año nuevo: Voz que nos llama a la reflexión para cambiar.

Quien no piensa en navidad y año nuevo, está arando en tierra infértil.

Quien confunde el año nuevo con libertinaje, más le vale no haber nacido.

Año nuevo; un reto para darle al mundo lo mejor.

El mayor deseo de Dios es renacer en cada año nuevo para alcanzar su perdón.

Que el año nuevo sea un autoanálisis hacia nuestra conciencia.

Que el año nuevo se refleje en nuestras nuevas actitudes.

Que la navidad y el año nuevo sean nuevos juramentos para erradicar la maldad.

Que el año nuevo sea el colirio que limpie nuestra visión hacia la luz y la cristianización.

Riega tu serenidad en esta navidad para que perdure toda tu vida.

Cuando el reloj marque las doce de la noche en esta navidad y año nuevo, recuerda que tu puntualidad te llevará al triunfo material y espiritual.

En cada paso que des en esta navidad esté presente la prudencia.

Abona tu fe esta navidad y tu espíritu se purificará más y más.

Que esta navidad sea el nacimiento de tu hábito de cooperación.

La compasión, no es sentir lástima en esta navidad, es una invitación para ayudar y compartir.

En esta navidad, descubre la confianza en tí y predícala entre quienes la extraviaron.

Año nuevo: Voz que nos llama a la reflexión para cambiar.

Esforcémonos en esta navidad por deleitarnos en la tolerancia y hermandad

Que tu honestidad, sea tu estrella en esta navidad.
Busquemos y multipliquemos la paz desde esta navidad.

Pensemos en el significado de la navidad y encontraremos la verdadera esperanza que anhelamos.

Jesucristo es el sublime prototipo de equidad, imitémoslo.

La lealtad es otro sinónimo de navidad.

Si practicamos el servicio hacia nuestros semejantes, llegaremos a conocer la beatificación navideña

Que esta navidad te enseñe agradecer, lo que la vida te obsequia cada día.

Evaluemos en esta navidad nuestro grado de honradez, para evaluar a los demás,
Habla con la verdad para que se ilumine más tu navidad.

Cómprate lo poco que tienes en esta navidad y gozarás de dicha en tus días venideros.

Sé responsable contigo mismo en esta navidad y serás ejemplo eterno.

Irradia tu optimismo para darle más luminosidad a esta navidad.

Que tu perseverancia sea hermana de esta navidad, para hermanarte con la sublimidad.

El autocontrol no es más que respetar a los demás en esta navidad.

Que el entremés navideño sea la comprensión definida y grata.

Que la solidaridad que naciera cerca del pesebre, se fortalezca en esta navidad.

Tu árbol navideño está lleno de luces :e as tú debes estarlo con destellos de profunda disciplina.

Trata de bañar en alegría a tus semejantes en esta navidad.

Que tu valentía en esta navidad sirva de apoyo para el necesitado.

Que en esta navidad no se convierta la libertad en libertinaje, sino, en gozo hacia el Señor.

Una medidita de generosidad basta para cumplir con la receta navideña.

Ten paciencia en todo y rimarás con esta navidad.

Que tu mesa navideña se cubra con viandas repletas de amistad.

Dicen que el trabajo honra a la persona la navidad dulcifica.

lunes, 14 de abril de 2008

Reflexiones a la Oración

Si no puedes visitar al enfermo, ora por él.

Alcanzarás todo por medio de la oración.

Algunos viven perturbados porque les falta La oración.

Muchos desconfían de la oración porque no la conocen.

Desconocemos el efecto de la oración porque nos creemos superiores a ella.

Tú alma dejará el desierto, si se apoya en la oración.

Confía tus pasos a la oración y caminaras seguro.

Por la fuerza divina de la oración cayeron los muros de Jericó.

La oración es la antena para comunicarnos con Dios.

La oración te contestará tal y como la imagines.

Si Jesucristo oró en Los Olivos, por qué nosotros no.

Tómate esa grajea para tu mal, pero encomiéndala a la oración.

Sí prácticas la oración, educarás tu vida y conquistarás los mejores hábitos que te harán crecer.

Si tienes tesoros en la vida y te falta la oración, estos no tienen ningún valor.

El alma vale más refugiada en la oración, que en mansiones de oro y marfil.

Has fracasado a causa de la escasez de la oración en tu plan diario,

Antes que planifiques algo, ora lo más que puedas y todo se te dará.

La oración debe ser la expresión del sentimiento más puro.

Para alcanzar lo que anhelas, recuerda que la oración debe nacer en lo más profundo del alma.

Sí oras de corazón, no importa donde estés, que está llegará a su destino celestial.

La oración da carisma y suficiente sabiduría.

Jesucristo, después de su oración fue humillado y clavado en la cruz para merecer la resurrección.

La mejor prosperidad es la que se alcanza por medio de la oración.

La oración más sublime es la del humilde y no la del potentado.

La oración es tu guía en la tormenta.

Para exhalar una oración no se necesita esfuerzo, solo voluntad.

Si olvidamos la oración, nos olvidamos de nosotros mismos.

El pasado, presente y futuro son la base de la oración.

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”; oración corta, pero pronunciada con dolor, fe y corazón.

Si no te apartas de la oración, estarás protegido de Dios.

Si quieres conquistar la gloria, hazlo por medio de la oración.

Cúrate del odio por medio de la oración.

Amplía más tu alma por medio de la oración.

La oración nos hace trascender hasta lo inimaginable.

Cuando me veas pensativo, no pienses que estoy enojado, podría estar orando por ti.

No hay momento más divino en nuestra vida, como el que usamos para orar.

Antes de recurrir a un amigo, recurre primero a la oración .

La oración es el descanso más agradable para el alma apesarada.

Concentra tu pensamiento en la oración y alcanzarás sabiduría.

Para la oración, siempre debemos tener tiempo y espacio.

La oración nos limpia y nos bendice.

La oración es agua cristalina para calmar tu sed.

Al lado de tu constante superación, esté la oración para que tenga supremo aval.

Antes de maldecir, ora por tu enemigo y principalmente por ti.

En cada escena de tu vida, prevalezca la oración.

Endulza tu vida con el efecto de la oración.

La oración nos llena de amor y paciencia ante la vida.

La oración no es fantasía, es realidad.

Quién muere con la oración en los labios, no ha vivido en vano.

Cuando la oración se refleje en tu físico, habrás alcanzado el poder que ésta quiere obsequiarte.

Si tienes idea de la oración, búscala, que te está esperando.

“Las aves al tomar una gota de agua, miran hacia el cielo para expresar su oración de agradecimiento.”

Regálame tu oración que ya me está haciendo falta.

Quien vive en oración, nunca está en orfandad.

Si no sientes gozo y satisfacción, es porque te has olvidado de orar.

Pide conocimiento en oración y conocerás las maravillas que Dios te ha heredado.

Este suspiro que es la vid, se hace grato con la oración.

Vístete con la oración y serás íntegro.

Las penas nos estremecen, la oración las calma.

La oración es la sombra que te dará el refrigerio en tu camino solitario y candente.

Obsequia una oración a los que te aborrecen y los convertirás en ángeles para tu bien.

La vida es trabajosa y monótona cuando no existe la oración.

La oración no hará que desciendas, sino, más bien, te elevará y fortificará.

Encomienda tus penas a la oración y será tu fiel consejera.

La oración bien utilizada, es un soplo de aliento de Dios, aprovéchala.

La oración es el principal versículo de la ley espiritual y terrenal.

La oración le da luz a tus ojos y rubor a tus mejillas.

La maldad solo se combate con la oración limpia y pura.

La oración te hará prudente para conocer donde vives y donde estás.

Atesora la oración con sabiduría.

Quien vive en la oración nunca niega un consejo.

Muchas flores miran hacia el cielo, para poder expresar su oración.

Oye, medita y ora.

Tenedle gratitud a la oración y ella también te gratificará, aquí y después de la muerte.

El caído se levanta por medio de la oración.

Dios le asignó su lugar a la oración, búscalo y vive en el.

Que el mejor manjar para tu boca sea la oración.

Que tu principal instrumento de la labranza sea la oración.

La oración no es producto de suerte, es fruto de fe.

La conciencia se fortalece con la oración.

La oración no se vende por ser de valor incalculable y por estar en el corazón.

Quien ora está anclado al Señor.

La oración es tan poderosa que no necesita de nuestra luz, tiene luminosidad propia y nos la ofrece con amor.

No le tengo miedo a la ira, la oración está conmigo.

Quien no tiene misericordia del pordiosero, no conoce el talento de la oración.

La oración guarda mi vida y lo que dicta mi corazón.

Tendré compasión por el que llora, pero si conozco la oración.

Si me ofusco ante los azares del destino, me curo con la oración.

La señal de la oración es la felicidad.

Por donde voy, me gusta esparcir la semilla de la oración.

He edificado mi vida con cimientos que corté del jardín de la oración.

Cuando llores, seca tus lágrimas con el paño de la oración.

Has un pacto con la oración y no temerás a la muerte.

Vale más orar que gemir y gemir.

Nuestros senderos los conocemos por medio de la oración.

La oración es nuestro pan espiritual.

Las olas son las oraciones del mar. No les temas.

Cuando hay oración en tus labios, hay fiesta en tu corazón.

Tú eres mi otra oración.

Amén.

Diez minutos con el Niño. No un día.

Niño: Pregunta incontestable.

Niño: “Rey y dueño de la imagen literaria.”

Niño: Ocurrencia caminando.

Niño: Prepotencia con bondad.

Niño: Curiosidad incontrolable.

Niño: Filósofo, cuál ninguno.

Niño: Dueño de todo y nada.

Niño: Inoportuno y apreciado.

Niño: Sonrisa con valor incalculable.

Niño: Perdón inmediato.

Niño: Magia posesiva, agradable y dulce.

Niño: Conocedor de leyes desconocidas.

Niño; Padre de todos y de nadie.

Niño: Dueño del mundo y su razón.

Niño: Poder y ciencia no comprobada.

Niño: Valiente y débil pero satisfecho.

Niño: Símil de un átomo impaciente.

Niño: Molécula de la existencia efervescente.

Niño: Emprendedor en castillos de arena.

Niño; Desconocedor de la derrota.

Niño: Imposición y compasivo.

Niño: Mirada desconfiada en todo.

Niño: Explorador y sabio.

Niño: Llanto con sabor a alegría.

Niño: Exterminador I de “chucherías” y zapatos.

Niño: Admirador de vitrinas encantadas.

Niño: Exterminador II de dulces y molares.

Niño: Acopio de caries con rellenos de ilusión.

Niño: Indiscreción a flor de labios.

Niño: Ojos de las cerraduras del dormitorio de papá y mamá.

Niño: Forjador de ilusiones que se deben respetar.

Niño: Líder de masas que sólo él conoce.

Niño: Mediador y reconciliación en controversias.

Niño: Juez y cárcel de raras fantasías.

Niño: Violador de las leyes, sin incluir las suyas.

Niño: Pasado, presente y futuro incierto.

Niño: Elocuencia sin concordancia y sintaxis.

Niño: Ambigüedad con un solo sentido.

Niño: Estructura orgánica conocida y a la vez dudosa.

Niño: Líder en todo, que se vende por un cinco, una corcholata o un balón.

Niño: Odio a la escuela, pero sabe y conoce todo.

Niño: Odio a las vacunas, pero amante de los charcos donde brincará.

Niño; Mejoral para el dolor de cabeza que es agradable.

Niño: Preocupación familiar mientras él ríe.

Niño: Incongruencia divina y aceptable.

Niño: Duda a donde va, pero sabe que llegará.

Niño: Causa de presiones cardiacas elevadas por causa del corazón que lo ama.

Niño: Molécula de la sociedad que a ella se doblega.

Niño: Intención saludable aunque siempre falle.

Niño: Mientras te haces respetar con tu llanto, otras ocurrencias te encontraré;

Porque: Quién contra ti.

jueves, 17 de enero de 2008

Ser poeta es...

Ser poeta es…

Ser poeta es…
Conocer la esencia de la vida
para poder cambiar.

Ser poeta es…
Remontarse a las alturas
sin menospreciar a los demás.

Ser poeta es…
Conocer la misericordia
para ayudar al que sufre y llora.

Ser poeta es…
Reconocer que se es profeta
para diseminar por todo el mundo
los designios del Señor.

Ser poeta es…
Conocer lo profundo de las almas
que nos quieren y desprecian.

Ser poeta es…
Tener la cualidad de perdonarnos a nosotros mismos
y poder perdonar a los demás.

Ser poeta es…
Ser inadvertido ante la poca educación de los otros
y solamente conocer sus buenas cualidades.

Ser poeta es…
Usar las palabras más divinas en la adversidad
para extraer de ella la espiritualidad.

Ser poeta es…
Reír cuando se quiere llorar,
y gemir para recordar que se es humano hasta el final.

Ser poeta es…
Encontrar la claridad en una noche oscura
y el consuelo en las penas que nos agobian.

Ser poeta es…
Encontrar lo desconocido en lo que nos rodea
y lo oscuro en el titilar de alguna estrella.

Ser poeta es…
Recordar que en el mundo no existen solo líneas rectas,
tampoco atormentarnos por las quebradas y onduladas.

Ser poeta es…
Recordar que no solo existe la alegría,
sino, también, que viene acompañada de tristeza.

Ser poeta es…
No solo escribir versos, sino sentirlos
y vivirlos en bien de la grata humanidad.

Ser poeta es…
Trocar el mal genio que tenemos,
por lo que en nuestros versos queremos dar a entender.

Ser poeta es…
Ir de la mano con la sonrisa franca y pura
pero no, con la hipócrita y fatal.

Ser poeta es…
Entregar el corazón a la madre, a la viuda
y a quien lo necesite.

Ser poeta es…
Acordarnos de la muerte, pero vivir feliz
mientras vivamos.

Ser poeta es…
Tratar de adueñarnos del aprecio
que hemos sabido conquistar.

Ser poeta es…
No practicar la envidia y el egoísmo
que matan los sentimientos y el espíritu
de quienes nos aman de verdad.

Ser poeta es…
No abusar de los demás, sino hermanarnos con ellos
pensando que son nuestro divino complemento.

Ser poeta es…
Comprender de donde vinimos,
por donde vamos y a donde deseamos llegar;
sin lo cual no hay inspiración.

Ser poeta es…
Conocer la calma del mar
y la que necesita el alma para subsistir.

Ser poeta es…
Entregarle al Dios eterno
el sahumerio y la más grata oración.

Ser poeta es…
Comprender las desesperanzas de quienes nos rodean.

Ser poeta es…
Encender la lámpara apagada de la inspiración.

Ser poeta es…
Honrar a la familia y a los propios sentidos que nos gobiernan.

Ser poeta es…
Conocer el amor de la madre
para beatificarla mientras podamos.

Ser poeta es…
Recordar a los que se han ido, continuar
sus buenas obras inconclusas que inspiraron para bien nuestro.

Ser poeta es…
Amar a la patria y a su propia idiosincrasia.

Ser poeta es…
Hacer que en nuestra sangre corra la sinceridad,
la bondad y suficiente fe para alimentar nuestro cerebro
y por ende el corazón.

Ser poeta es…
Abrigar la esperanza de un mundo nuevo
siempre y cuando lo ayudemos a cambiar.

Ser poeta es…
Ser lumbrera en el hermano
que la extravió.

Ser poeta es…
No extasiarse o embriagarse con lo que nos asombra,
sino, conocer su principio y su final.

Ser poeta es…
No quedarse pávido y sombrío ante algo desconocido,
es levantar nuestras alas hacia la meditación e inyectarnos
el néctar que nos fortifique y embalsame.

Ser poeta es…
Hacer de nuestros instintos confusos,
la fuente de inspiración para llegar a la cima
y tener más cerca el cielo que Dios nos heredó.

Ser poeta es…
Honrar a nuestros ancestros
y preocuparnos por los que vendrán a ocupar nuestro lugar.

Ser poeta es…
Hacer de la maldad la mejor virtud
olvidando el orgullo y la vanidad.

Ser poeta es…
Pensar en los humanos
como moléculas indispensables de nuestro yo.

Ser poeta es…
Valorar la sonrisa de un niño
y el mendrugo de pan que da una madre.

Ser poeta es…
Buscar la soledad, no para idear el mal,
sino para orar y reconocer nuestros errores.

Ser poeta es…
Tener conciencia de la vida
para estimarla, apreciar sus encantos
y amar sus vicisitudes.

Ser poeta es…
Interpretar el susurro del mar, el trinar del ave;
como también nuestra intención.

Ser poeta es…
Saber mirar hacia atrás
para fortalecer nuestro presente y el futuro incierto que nos espera.

Ser poeta es…
Tener pronta la oración en los labios para quien la necesite.

Ser poeta es…
Buscar el momento preciso para escribir versos
y plasmar en un lienzo un proverbio nuevo
para no haber vivido sin dejar alguna estela de amor.

Ser poeta es…
Coleccionar y practicar aquellos consejos que nos lleven hacia Dios.

Ser poeta es…
Mojar nuestras manos creativas en la brisa de la caridad
en lugar de empuñarlas para ofender.

Ser poeta es…
Cuidar nuestra mirada
porque ella denota lo que sentimos y pensamos.

Ser poeta es…
No lamentarse del fracaso,
sino, buscar la forma de no volver a fracasar.

Ser poeta es…
Tener la conciencia como agua cristalina
para que tome de ella el que tenga sed y
quiera ser transparente de corazón.

Ser poeta es…
Entonar el himno inédito que solo lleva acordes
para ennoblecer al corazón.

Ser poeta es…
Apreciar al potentado y al humilde,
porque ambos nos dan a entender
las dos caras de la vida.

Ser poeta es…
Mirar el firmamento en una noche callada,
para discernir y entender la majestuosidad en que navegamos
y comprender lo que nos falta en la poesía.

Ser poeta es…
Asistir a la comunión de las almas
para conocer que nuestra creación literaria
es y debe ser interminable.

Ser poeta es…
Tener fe en uno mismo, conocer que valemos
y que merecemos prioridad.

Ser poeta es…
Caminar con paso seguro y pausado
y no titubear ante los huracanes del tiempo.

Ser poeta es…
Tratar de ser crisol de los otros poetas
para incentivarlos que conozcan la verdadera gloria.

Ser poeta es…
Buscar y escudriñar lo desconocido
aunque ya lo tengamos en las manos.

Ser poeta es…
Creer no saberlo todo,
sino, tener presente que todos tenemos derecho a un trozo de sabiduría
y verdad.

Ser poeta es…
Conocer la humildad y olvidar la prepotencia
para que nuestra obra sea merecedora de honor.

Ser poeta es…
Admirar el paisaje y nuestro horizonte al cual debemos de llegar.

Ser poeta es…
Reconocer el valor de la vejez
para no pisotear los surcos donde germina la experiencia bien habida.

Ser poeta es…
No ser fluctuante en la poesía
si ésta ha nacido con verbo y razón.

Ser poeta es…
Estar en constante comunicación con nuestro don.

Ser poeta es…
No ver los fangos del camino,
sino, los pétalos que en el vayamos dejando al caminar.

Ser poeta es…
Encontrarle otro sentido a la naturaleza,
siempre y cuando no tergiversemos la inconfundible creación.

Ser poeta es…
Tener la convicción y la certeza que el más sublime don
es practicar la palabra amable y no así, la soez.

Ser poeta es…
Vivir y alimentarse de la reflexión
para encontrar la férrea verticalidad.

Ser poeta es…
Conocer y venerar la libertad,
y no esclavizar la idea y pensamiento
poniéndole alas de plomo en lugar de inspiración.

Ser poeta es…
Compartir lo poco que uno tiene
sin ver lo mucho que tienen los demás.

Ser poeta es…
Exteriorizar con vehemencia y respeto la plenitud a la cual nos debemos.

Ser poeta es…
Llegar a los umbrales de la finura y de la atracción irresistible que existe en cada recodo caprichoso de la vida.

Ser poeta es…
Tratar de escribir otra obra más humana que aun haga falta en el olimpo de la literatura.

Ser poeta es…
Despertar el interés de conocer este mundo en la forma más sencilla y natural.

Ser poeta es…
No tener fecha de vencimiento.

Ser poeta es…
No conocer lo claudicable, sino lo inclaudicable que rápido nace y tarda en fenecer.

Canto a Guatemala

Canto a Guatemala

Guirnalda en el pináculo del Istmo,
donde se deshoja el verbo de la vida:
esmeralda que en tu flora reverdece
con el pincel de las plumas del Quetzal.

Eres bella, como encantadora virgen pura
que luce su rebozo con atuendos y güipil
cobijando a tus hijos con amor eterno
y las costumbres que Dios te concedió.

Eres la flor misteriosa que nunca se marchita
aunque lleves en tus sienes cicatrices del ayer;
aquellas que tus hijos decoran con la muerte
y tu las convertiste en esperanzas y clamor.

Tus ríos, volcanes y mares siempre atentos,
escriben en el cielo tu nombre con honor;
como el Creador lo hiciera con aquellos mandamientos
que llevo con tu nombre aquí en mi corazón.

Tu mente altiva refleja el sol y los luceros
que un día esculpieron tus profetas casi eternos,
historiales que en flor se transformaron
como ejemplo de verdad y de civismos inmortales.

Es tu gente el emblema que representa tu existencia,
que aplaude, canta y llora tu bello devenir;
es por ello que nada envidiamos
porque tienes todo como una excepción.

Tus departamentos se engalanan cada día
y se sienten orgullosos de formar tu pedestal,
donde recuestes tus sienes y tu intelecto bendecido
del cual nos legaste tu historia singular.

No me arrepiento ser hijo tuyo
y celar los atributos que de ti heredé;
llevo tu talle bordado en mi cuerpo
y tu lindo nombre en mi mente también.

Ya me despido Guatemala hermosa,
dejando en tu frente mi corazón;
aunque es muy poco lo que te ofrendo
pero es un tesoro que solo para ti escogí.

A una mujer...

Reflexiones a una mujer…
(Dedicado a Aura Violeta Samayoa Herrera)


Razón de la existencia pura que a la madre debe honrar.

Prototipo de la mujer sincera que vive en pro de la hermandad.

Apóstol fémino que en la oscuridad da luz al desvalido y al enfermo sin esperar consolación.

Abnegación convertida en mujer que en el mundo ya no hay.

Solidaridad en lo inefable y en las tormentas que nos hagan sucumbir.

Angel protector que se desvela para predecir la venidera sinceridad.

Mujer que da con las dos manos, para con una recibir.

Consuelo en las penurias y oración en el reír.

Absolución que al pecador hace redimir.

Camino sin espinos, solo lleno de bondad.

Precursora de las madres que tienen un solo corazón.

Oración que en cada progenitora debe florecer.

Poder divino para ser madre y padre en el pergamino de sus hijos.

Guía espiritual en la borrasca y en la inesperada tempestad.

Voz tranquila que en el fondo hay rigor y pan.

Bandera de amistad ante los azotes del destino.

Objetivo alcanzable si es por sus hijos y razón.

Barca hacia puerto seguro teniendo de brújula su fe.

Norte que al extraviado le ofrenda luz con la magia del consejo oportuno.

Mujer que no desmaya ante el temor de lo inalcanzable.

Sinónimo de pobreza y con riqueza en el Creador.

Alma donde la ilusión no existe, solo la irreversible realidad.

Origen de una familia que honrará por siempre al Redentor.

Laurel que sin oro y aditamentos, solo aroma de consuelo es.

Mujer que hoy se necesita para afrontar la cruda realidad.

Mujer que en su sangre lleva efluvios de cristiana luminosidad.

Si otra madre o mujer existe así: Bendito sea mi Padre Celestial.

Amor fugaz

Amor fugaz

Vi una lánguida tristeza entre tus ojos
que yo quise disipar;
pero el farol de mis consuelos
ya no quiso iluminar.

Vagó la mariposa de mi ilusión cansada
en las sombras cortantes del silencio,
mojando sus alas en la brisa
que caía perfumada desde el cielo.

Estreché sus manos con las mías,
cuando ciegas nuestras almas se perdieron,
formando un haz luminoso de acerinas
en la quietud de una cadencia nocturnal.

Renacimos rozando nuestros pechos
en la tibia vibración de un delirio vago
que el instrumento heptacorde de mis sueños
enmarcó en las entrañas de la noche.

Así permanecimos respirando el viento
que al pasar alborotaba nuestro pelo;
pero las horas viajando tan ligeras
esculpieron un desvelo de amor en nuestras vidas.

Esta fue una cita de versos en la esquina,
donde hoy se juntan las gaviotas del recuerdo,
salpicando con sus alas la gladiola
que dejamos perdida en nuestro viaje.

Sueño azul

Sueño azul

Con el canto sublime de la noche
y el rocío que a tus pies se desgranaba;
paño terso era la rama más cercana
ahí donde trinaba un ruiseñor.

Era tu cuerpo, música o escarcha de jazmines,
bordado en lo confuso de la bruma;
aleteo de blancas plumas
sonriéndole al delirio
cómo la flor tropical y exótica a pecar.

¡Oh…! Todo era bello como algo inextinguible;
bailarinas, creo que eran las gotas de la brisa
que dejando perdido y confuso el firmamento
nuestros cuerpos se confundieron otra vez.

Todo fue sueño al contacto de tu real anatomía
que vibra como hoja al viento arrepentido
que al intentar abandonar sus brazos
dejó escapar aquel suspiro como lo hiciste tú.

¿Qué te hiciste maestro...?

¿Qué te hiciste maestro...?

Que triste es succionar la sangre,
principalmente al ser maestro;
llevar el apelativo del Galileo
que su alma y corazón nos ofrendó.

Hoy, el padre de familia cae
ante exigencias escolares
que, sin conocer sus múltiples pesares
su verdugo, el maestro, le impondrá.

Maestro:
¿Dónde quedó tu corazón benevolente?
¿Dónde extraviaste tu hidalguía?
que con ahinco nos ayudaría
a curar nuestras heridas.

Si así, demuestras tu esencia
¿Qué sendero debemos de tomar?
no se, si el fracasar
u olvidar la educación.

¡Bendito el maestro rural...!
que entrega su fructífera humildad
sin exigencias urbanas de maldad
que siempre erosionan aquel pan.

Olvidan que son padres
y que ésto algún día pagarán,
ante el Maestro de Maestros
que lo habrá de interrogar.

Ahí, será en vano su lamento
y talvez su arrepentimiento
de haber causado penas
entre su bella humildad.

Por haberse extraviado de su don,
llevar hacia el abismo
a padres y niños que con heroísmo
quisieron educarse para el bien.

Si esta reflexión llegara tarde,
feliz provecho les deseo en esta fecha
para que al recoger la cosecha
estos útiles no hayan sido en vano.

Al padre de familia lacerado
lo encomendaré en mi oración
para que el Eterno le de resignación
y ante sus verdugos la resurrección.

Cuidado excelso maestro

Cuidado excelso maestro

Cuidado excelso maestro,
quieren coartar tu derecho
los fratricidas cobardes
que están en acecho.

Su escudo es la falacia
que tu esencia denigra,
abre los ojos y el alma
que la tormenta es muy negra.

Antes eras como un dios
respetado y teñido de hinojos;
hoy te ven con desprecio
después de iluminarles los ojos.

Te manejan como marioneta
sin aceptar tu opinión,
te han vendido por pocas monedas
alcanzando tu humillación.

Son tus tiranos de ahora
adiestrados por Luzbel,
solo falta que te den el beso
y mojen tus labios de hiel.

Como quisiera ayudarte
pero el mal tiene poder;
mejor esperemos contritos
otro milagro en tu ser.

Tendrás que seguir diligente
ante los niños que adorarán
al saber que no niegas
ante el temible huracán.

Para calmar tu tristeza
sonríe y canta de corazón,
para cuando mueras seas
embalsamado con bendición.

La serpiente atenta estará
en tus pasos y tu senda;
que esté tu lámpara lista
para que no manche tu ofrenda.

Tus niños serán tu aliciente
porque benditos ya están
son siempre los escogidos
que te sostendrán.

El mal perderá la batalla
y tu reinado perdurará
a través del tiempo y su historia
que te inmortalizará.

Ante el crucifijo

Ante el crucifijo

Como hiciera para llegar hasta tu alma
para confesarte lo que siento por mí patria
y me ayudes a rescatarla del castigo
por el que llora, se lamenta y se carcome.

Tu sabes que la adoro desde adentro
en que guardo lo sublime de mi vida;
no puedes negarme lo que ansío
porque tu amas aunque sangres por espinos.

Te he colocado aquí en mi cabecera
para que en mis sueños contemples a mi patria,
porque hasta en ellos la lastiman los ingratos
que no han tenido madre todavía.

Talvez mis oraciones te han cansado
y no encierran el mensaje acariciado
utilizo palabras tan sencillas
ocultando la melancolía hacia mí patria.

La formaste bella y con retoques especiales,
igual a tus facciones milagrosas;
sálvala “padre nuestro que estas en los cielos
en la tierra y en todo lugar”.

Sabes que de ella emergen tus dones,
tus caricias y tu misericordia infinita,
es el estrado de tus pies conforme a tu palabra
mereciendo tu santa y piadosa bendición.

Perdona pues, mi súplica sencilla,
pero mi patria merece tu perdón,
si ha pecado y por ello la castigas
con esta delincuencia ingrata
te ruego su perdón.

Dejo en tus manos mi pedido,
ahí tu, si tengo razón o la calumnio,
en tus manos encomiendo lo que ansío
a nombre de mi patria
porque aun somos tuyos todavía.

Una voz sin eco

Una voz sin eco

Que tristeza invade el alma del humano
el ingrato alcoholismo que no muere;
monstruo horrendo que carcome poco a poco
a nuestros hermanos que deambulan por las calles.

Llora el espíritu, el alma se lamenta
cuando no es apreciada la existencia,
herencia divina que el Redentor nos otorgara
para llevar su imagen tan pura y tan divina.

Que maléfico es este germen que nos hunde
en el fango denigrante, cual abismo
succionando la voluntad y la esperanza
para no saborear los dones de la vida.

Cuántos cadáveres andantes se encaminan
a un objetivo sin luz y sin certeza;
producto de la cobardía y los antros
que ríen en su clandestinidad avorazada.

Quien pudiera combatirlos con apego,
en nombre de Dios que nos adora;
porque es triste que muchas almas se destruyan
teniendo autoridades para ello designadas.

Sólo un milagro puede sacarlos de aquel lodo
que acecha a nuestra juventud que hoy florece;
bastiones de esta patria que sueña y anhela
un futuro sin lacras humanas que su nombre desprestigien.

No hay quien se conduela de estas almas
que ya perdieron el haz de luz en que nacieron;
pero al final, unos acarician sus ganancias
y otros su carne en harapos convertida.

Virgen del Rosario

Virgen del Rosario
(Patrona de Quetzaltenango)

Cuando a tu altar me arrodillo reverente
mi estructura molecular se contrae y purifica;
realizándose el milagro que ansío
por aquellos mendigos que lloran sin un pan.

Es por eso que hoy mi queja te presento
para hacer que tus ojos se inclinen al anciano,
que no hace más que gemir por aquel frío
al congelarle el alma allá en su soledad.

También quiero encomendarte,
¡Oh Patrona Quetzalteca¡
al niño que camina descalzo por las calles
con su vestimenta raída por el tiempo
o por dormir a veces en la orilla del andén.

Sé, que mi verba es tan sencilla y tan humilde
para pedirte por la madre abandonada
que se encomienda a la caridad que ya no existe
para vivir y buscar al hijo que en el vicio se perdió.

Hoy, la droga, la delincuencia y la violencia;
sabes que es el cáncer maldito que nos hiere;
entonces que esperas para venir
a nuestro auxilio
¡o no somos hijos de tu bien…!

Esperamos que algún día no lejano
bajes de tu sitial que también te hace soberana
para que camines conmigo por las calles
y veas que nunca te puedo yo mentir.

Demuéstrale a esos vástagos perdidos
que no hay otra madre que nos pueda comprender;
que el mal nunca podrá contra tu esencia
aunque siempre nos quiera sorprender.

A la marimba...

Hormigo

Que humano hubiera podido
desentrañar que llevarías música y canción;
que al fragmentarte el hombre rudo
le dieras a cambio tu leal sonoridad.

Con ella contarnos anécdotas bellas
que escribiste enamorado
cuando tu misma vida te besó.

Cristianizaste al insensato,
al cruel que talvéz te despreció;
fuiste otro herido en su costado
para alcanzar resurrección.

Reencarnas en teclas de marimba
y te incrustas más allá del corazón
donde no puedes salir nunca
porque te vuelves nuevamente trovador.

Hombre eres en tu verde lejanía
para convertirte en fémina razón;
es que en tus fibras el hombre realiza
y diviniza en tu silueta a la mujer.

Es la herencia que nos dejas
después de arrancarte de tu hombría;
la afinidad que la baqueta espera
para conocer tu canto que se esconde en ti.

No tengo con qué agradarte,
sino, solo ofrendarte este corazón
y darte gracias hasta siempre
por llevar la marimba entre tu ser.

Ese ser que también acuna
la esencia del ejecutor que te acaricia,
al perderse también entre sus notas
para luego embellecerte y quererte con honor.