lunes, 21 de octubre de 2019

AL POETA MARIO SOTOVANDO SOTO.

Quisiera tener en cada mano
una o varias semillas de su poesía
tan dilecta
para diseminarlas en mi tierra
y recoger la cosecha angelical
de sus místicos poemas

Dedicarle al Creador uno a uno
cada granero
para ayudarlo a sustentar el hambre
de cada quien que apetece la poesía.

Entonces habré puesto mi grano de oro
en el corolario de mis anhelos
para congratular al precursor de la belleza
que ha dado a Quetzaltenango
toda su inspiración con entereza.

¡Salud poeta de mis días
y de incansable tropel
en su lírica vendimia.!

Respetuosamente. Rodimiro Gramajo.