viernes, 2 de noviembre de 2018

HUIDA.

Mis versos huyen cual palomas mensajeras,
en la tibia noche encantada por la luna,
donde se oye el rumor de besos esfumados;
espirales de cigarrillos  en la nada.

Todo se pierde, todo es en vano,
el prisma de mis versos está muerto,
las dagas filosas  del olvido rondan
cercenando nuestros besos rotos.

Hoy tomo la copa donde libamos juntos
la quietud de nuestro amor a solas,
todo era grande como la mar y el cielo
pero hay peñascos donde se rompen olas.

Es frío el miedo que me cubre
en la soledad verdosa del camino;
pero no te culpo, te bendigo
y por último te digo adiós.

ya transformadas en crisálidos fragmentos
las cuerdas de oro del instrumento leve,
levantemos la frente sin desvíos,
porque todo no fue más, que la sonrisa del
destino.

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