Antena que a Dios me comunica,
diástole y sístole de mi corazón tan pecador;
ambigüedad que así me compromete
a entregarte lo que aun queda de mi ser.
Aprisionas mis ondas cerebrales
que se desprenden buscando lo inefable
como tus entrañas que conozco desde ayer
y te gritan desde mi conjunción molecular.
Lo demás lo he dedicado al desvarío
que ha fertilizado la neblina que te peinas
y hace arrepentirme de mi inédito pasado
para servirte de báculo y calor.
Dadme siquiera esta oportunidad que necesito
para continuar el viaje que me falta
y así, cuando me enfrente a tu Creador
me conceda la indulgencia que otros
han perdido como yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario