domingo, 22 de septiembre de 2019

ESBOZO A MI HERMANO JOSÉ NERY GRAMAJO SÁNTOS.

Hoy me toca dirigirme a ti en este boceto
para hacerte llegar lo que yo siento;
tanto tiempo que estuvimos distanciados
y hoy rehacemos el encuentro tan deseado.

Oportunidad que bendigo a cada instante
porque puedo saborear tu esencia e intelecto;
pero no puedes prohibirme el derecho
de expresarte que tus genes son sagrados.

Eres el arquitecto de las vidas que te inflaman
y hacen que tus poros promulguen un soneto
que al ligarlo con tu verba a veces tan inédita
no hace más que hacernos meditar.

Cuando hablas y predicas el ejemplo
parece que la diafanidad ya no existiera;
no sé, si tus palabras la hurtan de inmediato
o surge otra sin intervalo y de métrica sencilla.

Quisiéramos escapar de tu atracción o magnetismo,
pero tu virtud es tan peculiar;
casi, se cumple tu prédica Cristiana,
ejemplo: Jonás que no pudo esconderse del Creador.

No es que a mi poemario le falten delineados
y por eso escribo tan sencillo esta y otra vez;
tu vestuario es la decencia, tu lo sabes,
entonces creo que mi alma te sigue a donde vas.

Cada vez que estoy saboreando aquel silencio
puedo comunicarme más con Dios;
a la vez puedo comunicarle tus secretos
y encomendarme a él con tu aliento y con tu voz.


Supiste soportar la tempestad que te azotaba
en tu barca quebradiza, cual símil de Jesús,
te amamantó la fe que traías tan innata:
No como la de Pedro, el apóstol,
cuando mientras dormía mi Maestro.

Soy tu misión que conllevas cada día,
es tu encomendado que tienes que cumplir;
que diera porque algunos hombres de mi orbe
imitarán tu ejemplo por el pecado terrenal.

Igual como en la Sodoma pecadora,
haya uno por el cual merezcamos el perdón;
¿ será por ti este milagro anhelado?
¿o por otro que ya sin quererlo te imitó?

No creas que soy exhorbitante o algo parecido
en compararte con lo eterno que amo tanto,
pero tengo de testigo : Tu conciencia que reclama
a mi corazón que palpita como el tuyo.

Y si duda tienes de mi esbozo
continuemos caminando de la mano
y escribiré el libro o los Salmos que te aclaman
como David tañendo el arpa que aun suspira y te bendice.

Continúa con tu báculo, caminando y dialogando
hasta libertar de nuevo lo que de Israel quedó
y aunque las arenas calientes del desierto
quemen tus plantas o las calcinen a la vez
llegarás más allá, a donde tu Antecesor llegó.

Y si continuas acordándote de mi nombre como
hermano,
tal vez en mi mente, inspiración quedara,
volveré de nuevo dirigirme a tu inocencia
para sentirme grato en este mundo que te adora.

Pero tengo fe entre tus retoños o herederos,
que como nuevos patriarcas pulirán tu obra bien amada;
quienes no olvidando el regazo de su madre
me llevarán también a tu tierra consentida.

Saborearás en tu sueño eterno en aquel día
la revelación creadora que hoy amamos;
la miel como encanto llegará a tus labios
tal vez a humedecer;
pero el maná que nos has legado poco a poco
cada día, nuestra hambre de Dios mitigará.

No titubees en tus designios tan sagrados,
los cuales, el Creador te encomendara:
camina plácido por la senda que escogiste,
que también lo hizo Jesucristo soportando aquel madero
para luego eternamente florecer.

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