domingo, 22 de septiembre de 2019

FRAGMENTO QUETZALTECO.

Como suenan las campanas
de mi gótica iglesia San Nicolás;
son eléctricas, son bellas
y famosas en toda la América Central.

En el altar del Sagrado Corazón de
Jesús Sacramentado,
medita el Redentor y dirige su vista piadosa
hacia adelante,
para que el Parquecito Benito Juarez
permanezca higiénico y romántico como su fuente
donde antes habían pecesitos de colores.

Aquí está el kiosko de aspecto tan capcioso
donde está escrito el poema  "Al jardinero"
más a un lado está erguido el Calendario Azteca
donde se refleja el sol en la mañana
pero da refugio a ebrios y drogados.

Vuelvo al tañir de las campanas
que conserva la iglesia mencionada,
pero al lado sur,
donde todavía se ven pocos Truenos tal vez
envejecidos,
se sienten olores nauseabundos
que no se pueden soportar.

Salieron a esa calle, ventas nobles
para  lograr la subsistencia en ésta vida
tan precaria;
aquella que la familia añora cada día
para poder cumplir su cometido aquí en la tierra.

Son los "Compadres" de colores bien vestidos,
desparramando olores de bocados bien apetitosos;
solo espero que los noctámbulos respeten,
para no seguir manchando esa callecita
con excremento y meados que contagian.

Especialmente a los educandos
que transitan esbeltos y gallardos
hacia el bello "Liceo Guatemala"
y otros, cual Domingo Sabio bendecido
hacia el eterno carisma pedagógico
del Colegio San Juan Bosco tan querido.

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