lunes, 23 de septiembre de 2019

A XELAJÚ.

Hoy Xelajú de mis recuerdos
quiero cantarle a tus secretos
como dulce dormida niña
al pie de tu volcán Santa María;
pedacito de tierra, pedacito de risol
el que un día conquistara
el intrépido español.

Puso su espada de plata fementida
en el pecho de su defensor Tecún Umán,
sin saber que su sangre de ardiente valentía
se trocara en leyenda hacia su historia inmortal.

Es tu otro descendiente
el hermoso Río Xequijel
que hoy todavía arrogante y pensativo
viene conservando el recuerdo, también de
Azumanché.

Y los Llanos de Urbina
testigos de tu historia fiel;
los que hoy, vida te dan tanto
sin lágrimas ni llanto arrepentido.

Los Llanos del Pinal
con sus recuerdos de conquista,
viven esculpidos tus honores;
orlados entre rosas tan sutiles
como gotas de límpido historial.

Recibe Xelajú grande y soberano
estas líneas que escribí;
enlazadas con tu cielo azul jamás vencido
porque veo que continua siempre igual.

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