lunes, 4 de marzo de 2019

ADORABLE ALEJANDRA DEL ROSARIO.

Que temblor más bello;
nítido y santo como destello,
de haber tocado una estrella
que saber si de mi se enamoró.

Soy correspondido
como ave sin nido
y como respuesta
mi alma le entregué.

Ese temblor que siento
es puro sentimiento;
amor que nunca antes
no creo que existió.

No pregunto a Dios
por qué entre los dos
ha nacido esto tan divino,
por qué dudar de él.

Con ello hemos sido
un amor casi escondido
que hoy le pega el sol
para quitarle oscuridad.

Tu tiemblas, yo también
como flores en vaivén
que el viento golpea y besa
a veces sin querer.

Es cuando sentimos,
como cuando morimos
o volvemos a nacer.
¿Quién lo sabe? Sólo Dios.

Espero que este tallo
sea eterno ensayo
de este amor puro
que parece un bebé.

Bebé que comienza a vivir
cómo también sentir
los embates de la vida
que lo hará fortalecer.

No hay comentarios: