Celebramos una independencia inexistente,
aquella que antes tuvo relevancia;
hoy solo es pantalla o espejismo
o para darnos atole con el dedo.
continuamos todavía esclavizados
sin que álguien abogue por nosotros;
nos estamos consumiendo poco a poco
con tantas cadenas que nos ponen.
Nos esclavizan los impuestos,
nos esclavizan los comercios,
la delincuencia tambien lo hace;
entonces, de que independencia hablamos.
Nos esclaviza la ingobernabilidad,
nos esclaviza la educación tan cara,
nos esclaviza la horrible corrupción;
entonces, de que independencia hablamos.
Nos esclaviza la juventud sin valores,
nos esclavizan los energéticos,
nos esclavizan los hospitales caros;
entonces, de que independencia hablamos.
Nos esclavizamos nosotros mismos,
hasta nuestros propios familiartes lo hacen,
tambien los hijos que han perdido todo
incluso los escrúpulos bellamente dados.
Nos esclavizan los bares y cantinas,
sin olvidar la drogadicción suicida,
nos oprime la envidia y egoismo;
entonces, de que independencia hablamos.
Todos nos encadenan a su antojo
como esclavos en la antigua Roma,
sólo que allá eran los tribunos,
aquí nuestros flamantes diputados.
Estamos de rodillas cada día,
sólo esperando el certero latigazó
que siga oradando las entrañas
de nuestro hogar pobre y mutilado
No estamos libres de nuestro credo,
los "hermanos" se vuelven prepotentes,
llegan hasta indagar la intimidad ajena
sin tener derecho y potestad.
"Lo comprás o lo dejás" es otro slogan
que al comprador esclaviza ante el vendedor;
lugar donde el estrato social no vale,
sólo aceptar nuestra cruda realidad.
Ni en el sueño tenemos libertad,
las pesadillas nos atrapan y aterran;
sólo pensar que viene el nuevo día
para seguir dependiendo de la maldad.
El vecino egoista, soberbio e irritable,
nos niega su saludo despreciando el nuestro;
casi estamos mutilados en un todo;
entonces, de que independencia hablamos.
Evadimos la realidad con música y tambores
pero al despertar de ese sueño
sólo es un suspiro con ganas de llorar
que nos exhorta solamente a orar.
Aún asi mi alma no está libre
porque me falta rendirle cuentas al Señor
pero bueno, que mejor seguir atado a él
porque desde antes mi vida le entregué.
En estas locuras o verdad me hizo falta mucho
pero confío en quien las lea.
que ha de agregar lo que omití
porque cada quien tiene su rara libertad.
Quisiera agradecer lo poco que aún queda
con una canasta de flores y crisantemos;
pero ni canasta básica tengo llena
para cambiar sus penas por elogios ilusorios.
Elogios que se perderán sin sano juicio;
solo caeré en el ridículo ante tantos
que han perdido el honor y la conciencia
no digamos la consternación por el que sufre.
Te dedico mi suspiro y mi esperanza patria mía.
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