lunes, 10 de septiembre de 2012

Ana Izabella

En este advenimiento,
la creación vuelve a manifestarse;
principalmente en una niña,
sin duda, cubierta de virtudes.

Este es el momento singular
que nos hace al mundo amar;
entender que nuestros dones
deben ser limpios al andar.

Dejar a cada generación divina
un recuerdo saturado de ilusiones
para que en coro de corazones
nuestra patria sea honrada.

Nosotros labramos el fértil surco
para que esta niña lo bendiga,
ponga en el la benéfica semilla
para que de sus frutos cada día.

Entre ellos la paciencia y la cultura
que hoy se pierden con premura,
los que se desvanecen poco a poco
y como encanto se nos van.


Sea esta princesa la elegida
y el ejemplo perfumado del Señor;
nos de la luz eterna
para vivir llenos de su amor.

Cada corazón se llena de gozo,
principalmente en el de Helby,
quien nos ha heredado la alabanza
convertida en niña y esperanza.

Que el camino de Ana Izabella
sea cubierto de fragantes rosas
para que se deleite de la vida
que tiene espinas olorosas.

Dios la llevará de la mano
y le enseñará sus maravillas;
será el broche de su acento
y el apoyo en sus sutiles correrías.

Si, cuando, Señorita sea
mis pupilas por mi muerte no la vean,
desde ya que le queden estos versos
como única y lírica presea.

Con respeto: Rodimiro Gramajo Rodríguez
Asociación de las Artes y la cultura de
Quetzaltenango y Grupo Literario "Vértice".

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