A don Antonio Juárez Gómez. Director de Radio Faro Cultural

Ya traías tu faro en tu vigilia
para iluminar la comunicación sincera;
las ondas etéreas que despliegan tus desvelos
nunca podrán recortar tus alas y anhelos.

Diamantina ha sido tu constancia
para mantener con vida a Radio Faro,
has quemado tus naves para no dejarla,
 luchar por ella y por tu bella Guatemala.

Próceres como tú ya se han marchado,
sólo nos quedas hoy como consuelo
porque enciendes la cultura ya apagada
que con creces te ha sido tan negada.

Viniste presuroso sin ver espinos
para conducir tu nave en la tormenta;
disipaste la neblina de tus ojos
para darnos ciencia sin abrojos.

Tu sueño nunca es vacío,
porque está saturado de esperanzas;
sigues conquistando el cielo
no digamos la tierra tras su velo.

Sólo los humanos verdaderos
comprenden tu faena interminable
la que ha abierto puertas con cerrojos
y ha cerrado las mustias desde lejos.

Con Radio Faro, almas has conquistado
aquellas que perdieron persevernacia y fe;
todo, para que tu país preclaro y mío
sea más libre, mas culto que sombrío.

Te nombro predilecto en mi poesía
y almirante de luz en Radio Faro,
porque cuando hemos querido fenecer
tu ideología nos ha hecho florecer.

Por ello vive y se siente como niña
porque va de tu mano hacia la gloria;
no le importa que otros la miren de soslayo
porque desconocen su lema y su cayado.

Ambos estan compaginados
con el carbón encendido inapagable
para darle calor al hermano olvidado
que ha perdido su acervo idolatrado.

Por eso no dejo mi verso en el silencio
porque es otra voz de la cultura
como la que exhala tu emisora consentida,
similar al aleteo de otra fenix renacida.

Todo tu intelecto confiado en ella
salpicará de luz a toda juventud;
ahi quedarás eternamente esculpido
como un remanso de paz y sin olvido

Hoy tomo el prisma de tu ejemplo
para ayudarte en tus facetas delicadas;
siquiera para llevar tus atavíos
que tejidos llevarán los versos míos.

Como no tengo nada que darte
sólo te ofresco mi  sencilla exhaltación
que saturada de sinceridad agradecida
será tu sudario en tu ruta bendecida.