domingo, 14 de agosto de 2011

Asi es la vida

Cuando más quería yo tu apoyo
con más intención me lo negaste
y con ello me enseñaste
que no me mereciste.

Estoy contra el viento y el oleaje
espero que mis velas no se rompan;
veré a Jesús sobre las aguas
que tu creíste me ahogarían.

Pensé que me amabas amor mío,
pensé que serías el final de mi camino,
el sudario para mi frente sudorosa
pero solo fuiste letal y mentirosa.

Esto me hace hombre y santo
porque con tu lodo me diste luz,
el barro se amoldó a mi cuerpo
como yo me amoldé a Jesús.

No me siento desahuciado
o merecedor de tu pena capital,
solo quise enseñarte amar
pero todo fue un horrendo despertar

Tal vez haya un milagro
que cambie tu orgulloso corazón,
es bello rescatar las gélidas almas
que nacieron sin objetivo y sin razón

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