viernes, 13 de diciembre de 2019

VERSOS A LA SALUD. DEDICADOS AL SALUBRISTA.

La salud es fuente de gran sabiduría
porque enhebra el alma y el espíritu contrito,
es la sonrisa de Dios a cada día
y la valorización de nuestra estima.

La salud es presagio de incólume progreso
porque amalgama a la familia con la sociedad,
es la reciprocidad de belleza y embeleso
que nunca defrauda al pensamiento y su valía.

La salud es la santa convergencia
en que se forma el afluente más divino,
se cumple la vida y su herencia
para ver todo, con amor y colorido.

La salud es el florilegio de virtudes
en que nace el perfume de la gloria
para nuestros bellos tesoros,
nuestras juventudes
que se empapan de ella y conocen su valor.

La salud es la bitácora más bella
que nos orienta al crisálido perfil,
el que debemos tener como una estrella
que debe iluminar nuestros pasos con fulgor.

La salud nos lleva de la mano y armonía
por los senderos de quebrantos tan oscuros,
despeja los cielos como útil pedrería
para darle matiz a nuestros lívidos sentidos.

La salud es la conclusión de la esperanza
que solo vive en las almas que la aman
aquellas que subrayan su importancia
y la bendicen como sustento entre sus labios.

La salud es nuestro abrigo en las dolencias
que nos acechan y con ironías nos hostigan
por eso sus pocas letras forman la esencia
para curar con amor al pobre y olvidado.

Es la salud la bendición sobria y delicada
que debe irradiarse con oraciones y proverbios
porque es del Creador idea santificada
que nunca debe faltar en el menú y la oración.

Es la salud la encomienda del Salubrista
que la disemina en el rincón más pobre,
ahí donde es luz su humilde arista
que lo distingue y siempre lo bendice.

Es la salud el desvelo del apóstol
que siente en su sangre aquel llamado
de sonreír al enfermo aunque esté triste
y sentir su tristeza en lugar de su sonrisa.

Por ello dedico estos versos a ustedes
Salubristas
para nombrarlos: "Sembradores de salud"
o si quieren: " Profetas embalsamados de virtudes"
que hacen de los adoloridos corazones
pebeteros de luz y de alegría.

1 comentario:

Unknown dijo...

Precioso poema, bendiciones al hermano Rodimiro Gramajo, Dios siga dando sabiduría para sus escritos, que dedica con mucha pasión. María del Carmen de Guatemala.