sábado, 14 de julio de 2018

MARIMBA RUMOR DE SELVA.

Selva sonora en nostalgia de luceros,
acróstico de amor en mi conciencia,
que no solo acrisola mi poesía
sino, me hace sentir lo chapín que siempre llevaré.

Lo mayanse se traduce en tus tejidos
que cubren tu cuerpo caprichoso;
indita que canta y enamora
y se parece a la bella Ixmucané.

Las huleras ya sueñan con tocarte,
convertidas en baquetas seculares
o versículos de Dios en tus altares
para arrancarte lo bello de tu ser.

Mujer caprichosa que llevas en tus dentros
un canto o un himno de amor y paz
que solo el sentimiento lo descubre
cuando te quitas tu chachal.

Llegas al ámbito sagrado
con tu peculiar hilaridad,
porque hilas lo que escribo
para agradarte mucho más.

Anhelo que me obsequies tu himnario
el que usas cuando te pones a orar
y hacer llegar al cielo tus pesares
que me acunarán cuando Dios me llame a ti.

Así,
aunque sin mortaja me inhuman,
sé, que a tus brazos llegaré;
solo te pido un suspiro para formar mis alas
y a tus atrios pueda yo volar.

Pero te cuento que quedarás divinizada,
porque serás la herencia que dejé aquí en la tierra,
para morir por siempre satisfecho
y ser tu santuario si por suerte vuelvo a reencarnar.

No hay comentarios: