domingo, 29 de septiembre de 2013

En el Día mundial del corazón.

Hablar del corazón es hacerse niño
para perdonar las ofensas,
volver a las andanzas
con una sonrisa de placer.

Con mi voz callada y medrosa
evoco con amor una oración
para cada noble corazón
que me quiera comprender.

Cada corazón simboliza lo sublime,
conlleva el sentimiento delicado,
es la fuente del afecto más preciado
o la maldad, si así lo queremos en la vida.

Hablar del corazón es decir amor,
es buscar con ahínco la oración
para que ilumine la razón
y cada día seamos hijos del mismo Dios.

Hablar del corazón en este tiempo
es buscarle significado a la amistad,
es conocer la única bondad
que da completa santidad.

Hablar del corazón es ver el mundo
trocado en cálido realismo,
exento de dolencia o espejismo,
sino, en algo absoluto y positivo.

Hablar del corazón sincero
es haber encontrado al Creador
ante otros, fríos y ajenos al calor
que viven opacados sin perdón.

Hablar del corazón puro y santo
es conocer la verdadera Creación,
comprender que por el hay intención
para vivir y siempre florecer.

Hablar del corazón es conocer la caridad,
es poner en práctica aquellos valores
que han perdido sus colores,
no digamos su esencia de humildad.

Hablar del corazón es sentir la Filosofía
que busca el color de cada cosa,
es distinguir la esencia de la rosa
y el dolor que regala cada espina.

Hablar del corazón no es dificil
si lo educamos hacia el bien,
si queremos que nos amen
y nos den oportunidad para también amar.

Hablar del corazón es alejarse del pecado,
es la transfiguración a lo divino;
es reconocer aquel camino
que sin querer perdimos una vez.

Hablar del corazón es verter
lo que llevamos en el alma,
lo que se fermenta con calma
para conocer la verdadera luz.

Hablar del corazón es renovar lo perdido,
es criar una ideología
para hacer que cada día
el mundo logre lo mejor.

Así, podría llenar libros y más libros,
las bibliotecas no serían suficientes
porque los latidos son latentes
que al corazón hacen majestuoso.

Por ello caminemos con esperanza
y la fe puesta en el Creador,
demos un poquito de sabor
a lo que representa el corazón.



Niño escúchame.

NIÑO LUSTRADOR.
Estas manchado de tus manos,
menos de tu alma y corazón;
esas son las flores bellas
que mamá admira con amor.

NIÑO MENSAJERO.
Cansado y fatigado
vas corriendo por la calle
para cumplir con el mandado;
eres otro mensajero de tu Dios
y de tu madre el esplendor.

NIÑO DE LA CALLE.
Si no te acuerdas de mamá,
ella te acaricia cuando sueñas,
remienda tus vestidos
con la madeja del amor.

NIÑO HUERFANO.
Mamá se fue a la tumba
para ir a prepararte el nido,
donde un día no lejano
le darás tu bella flor.

NIÑO HOSPITALIZADO.
En el borde de tu cama,
mamá vela tu sueño;
cura con besos tus heridas
no olvidando tu dolor.

NIÑO DISCAPACITADO.
Sonríes como inconsciente
aunque nadie te entienda,
es que le sonríes a papá
porque eres su primor.

NIÑO INVALIDO.
No puedes correr por el campo
como otros lo hacen  con mamá;
pero llevas en tu alma buena
el himno del bello ruiseñor.

NIÑO POBRE.
Quieres regalarle a papá y a mamá
lo más bello de la tierra;
pero tu bolsillo está roto
causándote feliz rubor.

NIÑO DESCALZO.
Hoy no le pides a mamá
los zapatitos que te gustan;
talvez mañana u otro día
o cuando ajuste el valor.

NIÑO RICO.
Has comprado la bella gema
que le darás a tu papa,
mejor entrégale tu corazón
que es de toda riqueza lo mejor.

NIÑO PASTOR.
Tú que conoces la campiña
y acaricias flores silvestres,
corta la que te guste
y dásela a mamá con suave olor.

NIÑO EXPLOTADO.
Tus manos ya sangran
por ganar el pan
que llevarás a tus hermanos
sin quitarle su sabor.

NIÑO CIEGO.
Tus pupilas están oscuras
sin conocer a tus papás;
córtales del cielo esa luz
que tiene tu Creador.

NIÑO LAVACARROS.
Te desprecian y te humillan,
pero no te ha de importar,
porque tus papás te aman
con arrullos y loor.

NIÑO MENDIGO.
Tiendes tu mano al prepotente,
no conoce que grave está mamá;
talvez te dejará un mísero centavo
que no vale tu sudor.

NIÑO VENDEDOR.
Ofreces aquella mercancía
que alguien te confió;
todos pasan sin mirarla,
pero sigue, sigue vendiendo con valor.

NIÑO ABORTADO.
te fuiste de esta vida
por alguien que quiso ser mamá;
hoy eres ángel tan divino
en los brazos del Señor.

NIÑO SORDOMUDO.
Solo ves el mundo
sin oír y contar que ves;
pero tu mirada dice a papá y a mamá
que admiras a tu hacedor.

NIÑO DELINCUENTE.
Nadie conoce tu complejo
o tu destino incierto,
mejor si vuelves al hogar
que te espera sin rencor.

NIÑO MESERO.
Atiendes a la gente extraña
que te mira desconfiada;
lo que no hace papá
que es tu consolador.

NIÑO DROGADICTO.
Hueles a pegamento o droga,
nublando así tu pensamiento,
alejándote de mamá
que es su martirio desgarrador.

NIÑO MALTRATADO.
Tu espalda imita a Jesucristo
después de los azotes recibidos;
recuerda que él resucitó,
tú lo harás con más fulgor.

NIÑO MUERTO.
Sueña desde ahí a mamá
que nadie te interrumpirá;
te llevó a ello la muerte,
pues, sé de ella su admirador.

NIÑO POR NACER.
No tengas miedo por venir,
serás el apóstol de tu hogar
y de los otros niños
que hoy quise recordar.



martes, 17 de septiembre de 2013

A mi madre Juana Hortensia Rodríguez.

Perdona que hasta ahora de envíe estos versos,
no sé, si los anteriores te llegaron;
de lo que sí estoy seguro
de las oraciones que cada noche te dedico.

No oigo en mi oídos tus susurros
como respuesta a mis suspiros;
tal vez los guardes para cuando llegue
y cansado me apoye en tu regazo.

Te he extrañado lo suficiente,
máxime que también estoy cercano a la misma tumba,
entre pecados, fríos y consuelos he existido
para acercarme más pronto a ti.

Me ha costado romper barreras sociales,
me ha costado familiarizarme con la gente,
son retos que a tu nombre he vencido
para demostrar que tus sangre es de kilates.

No te asientas por mi, defraudada
los caminos nunca son como queremos
todos tienen subidas y quebrantos
pero me siento honroso de acordarme de tu nombre.

Bendigo a mis múltiples amigos,
también a mis enemigos de la sombra,
intentaron borrarte de mi mente
pero, más hicieron para afianzarme a ti.

No me he olvidado de tu ser querido
porque siempre vas conmigo,
sin importarte el sol, el frío y tempestades
que ratifican tu esencia de madre y de mujer.

Esto me da ansia de seguir triunfando,
caminar erguido sin prejuicios y egoísmo;
Dios me sostiene en cada paso
mientras enjutas mis lágrimas y salobre sudor.

No le tengo miedo al mundo
ni a la gente mala que lo habita,
tu me hiciste fuerte como un roble
y cauto como tu dermis celestial.

Unos me cuentan de tus razgos,
para rimarlos con tu magnánima bondad;
por eso trato de obedecer a mi conciencia
para delinear tu imagen que nunca conocí.

Te cuento que mi viaje ha sido un sueño,
tampoco pesadilla porque sería mentiroso;
es cierto que algunas de tus virtudes que me diste
las engasté en charcos y pecado.

Las que aún me quedan todavía
son el soporte de mis últimos y quebradizos pasos,
es por eso que valorizo lo que tengo,
principalmente mis hijos que son tuyos.

Dicen que la suerte existe
sin que haya brújula o estrella;
si es así, me la diste tu
sin olvidar a mi padre que fue mi timonel.

Aquí voy caminando ahora
sembrando flores y recogiendo azahares
para hacerte la corona que mereces
 y perfumarte en el lugar que estés.

La poesía debe ser sencilla y pura
para que llegue al alma de una madre;
fuiste dócil como rosa
y elegante en tu jardín.

No te oculto mis pecados cometidos,
no me gusta ser cobarde y un inútil,
porque aquél que esconde lo que es
no merece ser parte de la vida.

Me habrán tachado de nulo algunas bocas,
otros dedos me señalan todavía,
es por eso que estoy agradecido,
de lo contrario, paso inadvertido.

Tu no tienes la culpa de todo eso
yo fui el que me descarrié de tus consejos,
pero tengo la esperanza diosificada:
Que todo acaba y desaparece en esta vida.

Lo bueno es que no me siento enjuto
o débil como las cañas del trigal,
me siento enhiesto y firme como roca
hasta que Dios disponga de mi ser.

Si El no me hubiera perdonado,
sería pisoteado por el mal,
pero con la idea de florecer en lo que queda
 ni la muerte me podrá vencer.

Cuando muera y alguna losa me oculte
iridiscencia darán mis huesos en la noche
abonaré flores silvestres en el día
para que nunca muera tu nombre madre mía.

Te adelantaste hacia la gloria,
después de apagar tu lúcida fogata,
aquella que nuestra casa iluminaba
y me daba más calor junto a tu pecho.

Como te fuiste a escondidas
perdí las huellas de tus pasos,
perseverante los busco aquí en la tierra,
pero que tonto soy porque los guardo entre mi alma.

Ya estoy aquí y regresar a tu vientre ya no puedo,
espero que me comprendan mis hermanos;
si no pueden, que sigan su camino
y que me dejen cargar con mis pecados.

Aquí voy caminando poco a poco,
mojando mis labios con rocío,
acunando tu nombre con mi sombra
y tratando de soñarte cada noche.

Con mi palabrerío sin sentido
estoy interrumpiendo tu sueño y tu vigilia,
pero me urge contarte de mi vida
para que logre su último sentido.

No le hagas caso a la gente que me odia,
ponle atención a lo que digo,
´porque solo yo, siento lo que soy
y hasta donde he orado para poder cambiar.

Sigue durmiendo mientras llego,
atiza la lumbre de Jesús,
para que me deje tocar tus manos
y poder decirte: Madre aquí estoy.

Por eso no puedo olvidarte un momento,
no puedo borrarte de mi mente;
por favor dile a mi padre si lo ves
que tampoco renegaré de sus regaños.

Para que me distingas de los hijos de mi Dios,
llegaré con vestiduras blancas
dejaré al mundo sus falacias y engaños
y el arrepentimiento hasta ti me llevará.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Todo por la poesía.

Si no te gusta la poesía déjala correr
porque es otro arroyuelo que fertiliza y vida dá;
hay piedras en el río que obstaculizan su camino
y terminan corriendo en él, alisando su aspereza.

El agua tiene fuerza para mover las aspas del molino
y convertir el grano en alimento,
lo mismo hace la poesía con el alma
para purificarla en su momento.

Que pasaría con la abeja sin el néctar
que la flor procesa para hacer el bien;
el viento no puede detenerse nunca,
deja que la poesía vuele hacia su edén.

Si el sol dejara de alumbrar un día 
siempre será fuente de inspiración;
si tú, no sientes nada de eso
que atrofiado está tu corazón.

El amor de la madre es tan fuerte
que en su Día nos hace poetas sin querer,
sin olvidar al padre que algo inspiró
cuando aquella dama quiso conocer.

Las moléculas y los átomos se mueven
no importando que aniden en lo ínfimo del ser,
la crisálida en la intemperie decora su coleóptero
sin que nadie la pueda detener.

Mucho más fuerte es el don de la poesía
que a los peores sentimientos puede renovar;
ella viene desde la creación del mundo
no comprendo por qué la quieres perturbar.

Continúa tu sueño y tu fracaso
porque miles de ejemplos te puedo enumerar
esperaré que tu alma sea cristalina
y aquél cielo en ti se pueda reflejar.

Y, cuando este fenómeno se extinga
quedaremos como amigos o poetas;
usaremos el lúcido lenguaje
y la humanidad tendrá dialécticos profetas.

Me conformo.

Me conformo con el mote de poeta
porque aún desconozco lo sublime;
siquiera tenté someramente la poesía
que por el momento no defrauda mi osadía.

No es que sea sutilmente conformista,
aún tengo ideas para crear más versos;
anhelo que se dé el milagro que ancío, 
similar al de Amado Nervo y Rubén Darío.

Agradezco a Dios lo que me ha dado,
él sabrá si merezco este apelativo,
él sabe a quien le da sabiduría
o, como descubrirla cada día.

Algunos dicen que mi verso es bello,
otros se quedan mudos y callados,
tal vez para no frustrar mi ideal
que aun busca su sitial.

Trataré de ser paciente
para que la poética me cure de esta duda;
espero que algún verso les asombre
y al calce lleve mi humilde nombre.

Si no tuviera elegancia alguna
o esté escaso de mensaje y armonía
no haré más que izar mi remendada vela
para buscar lo que me atrae y me desvela.

Cumpleaños o Reflexión.

Otro cumpleaños absorto y frío,
oportunidad para reflexionar hacia el futuro
sin olvidar que el pasado pesa,
principalmente si es como el mío, impuro.

No inclino mi cabeza por cobarde,
es, porque me pongo siempre a orar
para descansar en los últimos días de mi vida
o mi condena aceptar.

A quién he de culpar en esta fecha,
todos tienen su destino tan distinto;
tal vez intervinieron en el mío
pero yo puse lo sublime del pecado.

Quedan en mi, algunos restos aceptables,
cual muletas que sostienen mi sobrio andar;
saber hasta donde soporten mi existencia
pero habré de remendarlas para continuar.

Si es necesario pedir perdón, lo acepto,
todos merecen respeto, no lo niego;
tal vez así, me den el visto bueno
para abrir los ojos y no quedarme ciego.

tengo llano el camino hacia adelante,
aún el viento inflama mis pulmones,
el corazón late caprichoso
y el mundo me brinda galardones.

A veces el miedo abate mis sentidos
y añeja el néctar de mi vital adrenalina,
con ese aperitivo en mis entrañas
beso al cielo que no me discrimina.

Los sueños son la fuente inagotable
de fantasías que nos pueden alumbrar,
son retos para el intrépido y nunca desconfiado;
por ello, los míos no quiero defraudar..

Aquí estoy en otro onomástico confuso:
¿ Un paso más para acercarme hacia la muerte?
¿Oportunidad para conocer de cerca a mi Señor?
No estoy hastiado de la vida os lo juro
sólo aferrado, si existe, a la inefable suerte.

Al final de mi excéntrico camino
sabré si estoy cuerdo o desquiciado,
pero, si estuviera loco por ventura
al mundo diré como el poeta:
"no he vivido en vano".

Si no dejé en el mundo la obra de mis manos,
sé, que lo harán mis herederos,
quienes de mi tomaron lo poco bueno
para cambiar y convertirse en pebeteros.

Si alguien quiere caminar conmigo
le ruego no se fije en mis pecados,
solo en mi metamorfosis de luz y de poesía
que me hace otra mariposa en los brocados.

Así, volar al firmamento no lejano
y confundirme con las lívidas estrellas
sin olvidar la tierra en que errante fui
y agradecerle que aceptó mis huellas.

domingo, 15 de septiembre de 2013

En los 75 años de Nuestra Primera Filial de Arbitros de Quetzaltenango.

Ejemplo de bondad es esta fecha
hacia la incultura que a veces los acecha,
han sabido levantar este pendón
exponiendo su noble corazón.

El deporte no existiría sin ustedes,
el orden y el respeto ya hubieran fenecido;
como deportista lo digo en mi poesía
en honor también, a la patria mía.

Ante el sol candente o la tormenta
orifican la ideología del culto quetzalteco;
no crean que todo se ha perdido,
más bien, en cada surco ha florecido.

Imparten la enseñanza de amarse en el deporte,
hacen que la droga no embriague las entrañas
de la juventud en quien confía Guatemala.
para sentirse amada desde su antesala.

Bendito el árbitro que acepta las ofensas
y la incongruencia del opacado pensamiento;
tienen magia para convertirlas en laureles
para estar junto a Dios en sus vergeles.

Nadie tiene en su alma ese don divino
para llevar la cruz del árbitro sincero,
porque ya no existen cirineos
que sean paradigmas como ellos.

Conocen la humildad desde su esencia
sin esperar elogios hacia el cielo,
se conforman con el deber cumplido
como lo hicieron algunos que se han ido.

Son mártires en que caen las miradas
y la crítica, a veces, errónea y lastimera
pero tienen la vestidura nunca dada
al cobarde que llora su nave ya astillada.

Es por eso que no hay premisa
que explique la santidad que los corona,
como también el origen de su viaje
y el por qué de su filosófico plumaje.

Que diera por bordarlos en la prosa
y plasmarlos en lo mas bello de un suspiro
o siquiera en los silentes pergaminos
que contienen desde hoy sus senderos diamantinos.

Como no tengo poder para lograrlo
me dedico a meditar en mi aposento
para ir enhebrando lo que he aprendido
de esta Filial de Arbitros de lúcido sentido.

Para despedirme:
Gracias, puedo decirles desde ahora
por velar por la juventud que aflora;
para que la salud sea simplemente pura
como pide el Creador en su Escritura.

Salud, Primera Filial de Arbitros en sus 75 años,
que Dios, Guatemala y Quetzaltenango
los tenga en el Olimpo del corazón.


(Dedicado a don Aurelio Quiroa y demás compañeros de la filial, con aprecio) 

sábado, 14 de septiembre de 2013

A San Juan Ixcoy (Huehuetenango)

Eres perla del collar de la Virgen de Candelaria
en que el sol se refleja en la mañana,
la luna en tus noches de plenilunio
y la esperanza en cada alma que se hermana.

Eres topacio en la diadema de mi patria,
arco iris de consuelo entre tus hijos
que te adoran y respetan tus costumbres
para hacerse especiales sin prefijos.

llevas en tu dialéctica figura
la esencia y la ideología mam,
donde arquitectos del tiempo y del espacio
te delinearon con aristas que nunca morirán.

Tu historia está en metáforas de arcilla
y en el jade de tu espléndido quetzal,
donde vive tu inédito progreso
esmaltado de cultura sin final.

A tu gente le rindo pleitesía
y a tu nombre el respeto y el honor;
lo que le hace falta a tu santuario
para coronarte con himnos de su amor.

Por eso te prodigo con versos y poesía,
por eso te ofrendo mi sahumerio y pom
para que vivas diamantino y puro
en el centro de cada corazón.