viernes, 22 de marzo de 2013

A: Ernesto Conrado Garcíasalas Ovalle.

Admiro tus heroícas proesas
y tu voz de locutor tan especial;
la que supo llevarte hacia la cumbre
donde suena como canto magistral.

Para eso estamos los poetas
para enaltecer nuestros valores;
iluminar su aureola y su carisma
que fortalecen la cultura con honores.

Conozco la onda etérea de tu nombre
la cual, conmigo compartiste abnegado;
fue asi como conocí tu locución y esencia
que me hizo parte de ese estrado.

Emisoras llevaron tu voz al infinito,
enhebrando a tu Xelajú querido;
como Osmundo Arriola con su versos,
que más puedes pedirle al Señor Crucificado.

Tu recorrido ha quedado escrito
con la tinta inborrable de la Historia,
nunca te sientas olvidado o marginado,
sino mas bien, bendecido por la gloria..

Cada arista quetzalteca forma el eco
para repetir tu dicción que aún se perpetúa;
cada mente te busca en el cuadrante
donde cada locutor su nombre acentúa.

Entonces no estoy perdido en mi poesía
porque todos rubrican lo que digo;
sólo me falta el aval de tu conciencia
para merecer tu bondad de amigo.

Gracias por tu ejemplo verdadero,
gracias por tus prédicas radiales;
aquellas que aún son el alimento
de las almas dignas y muy fieles.

Supiste llevarnos por la senda
que se encuentra con tus salmos saturada.;
ahí donde mi patria se deleita
y se embalsama haciéndose única y amada.

Todo esto es por tu granítico ahinco
en que pusiste fe y corazón;
nadie podrá debatirle a mi poesía
porque lo digo con toda mi razón.

Neto Salas:
Hermano comunicador
bendito seas...!