lunes, 11 de julio de 2011

Desde Quetzaltenango a Facundo Cabral

Facundo Cabral no ha muerto,
su aliento esta en el aire que respiro;
Facundo Cabral es perfume de mi paz
aunque los asesinos no lo quieran.

Facundo Cabral ya no puede decir:
"Ni soy de aqui, ni soy de allá";
al fin entre loores se definió:
Porque su cuerpo es de esta tierra
y su alma de mi Guatemala que embrujó.

Pasa a ser un sacrificio como Abel
para que mi patria vuelva a florecer;
Facundo Cabral se tradujo en semilla y germen
como otros que su alma supieron ofrendar.

Hoy se cumple la versión biblica:
"matarán el cuerpo pero no el alma";
¡Qué ignorantes los que confunden esto!
por su mísera cultura que los denigrará.

Ante un hecho raro como este,
solo podemos exhalar nuestro suspiro,
el que despues de aquella metamorfosis
dará la inmortalización de Cabral, nuestro maestro.

Gracias por quedarte entre nosostros
y de tus ideas otra biblia redactar;
gracias por darnos el concepto de la gloria
en base de tu gran caudal.

No un caudal turbulento y cenagoso,
sino, de mansedumbre, luz y paz;
tesoros que no alcanzan los abyectos
que mueren de envidia en su desden.

Facundo vive y pervivirá por siempre
máxime, al cocechar lo que sembró;
será el secreto y sustento de las artes
y condena para quien físicamente lo ocultó.

Así se despiden los profetas
para recordarnos lo de Cristo;
aquel que luego de educarnos
le pagarón con azotes, clavos y madero.

Él ya se ha glorificado,
solo faltan nuestros nombres;
pero no por medio de Luzbel,
sino, con ideas de Cabral.

Asesino ingrato "bendito seas",
Dios sabrá que hacer con tu pecado,
porque aunque devuelvas los denarios
estas más que condenado.

Saborea tu vil indiferencia,
gozate en tu measma putrefacto
ahí donde están las alimañas
que glorioso hicieron a Cabral.

¡Viva Cabral...! diremos cada día
y levantaremos su pendón sagrado;
su voz estará en los pentagramas
principalmente en la clave sol y las estrellas.

Hasta en la rendijas más desconocidas
predicaremos tu gran filosofía
no quedará molecula siquiera
sin conocer tu prédica bendita.

Me conformo con enviarte mi saludo
y la oración que sale de mi alma;
no esta demás, aunque bendito seas,
rogarte que no te olvides de mi nombre.

Continuarás vivicando tu talento
entre los luceros que siempre iluminaron
tu amplia senda que supiste recorrer
adueñándote de cada corazón.

Los que hoy te lloramos cabisbajos
pero con la frente muy en alto
testificamos aquello que enseñaste
enfrentar las penas con valor.

No se si las cuerdas de mi vida
sonarán o enmudecerán hasta morir;
no se si la trova perderá su realidad
pero estoy seguro que por ti florecerán.

A la gloria has llegado
donde nadie tu nombre manchará;
lo bello que instruiste nuestra vida
para llegar a tu bella identidad.

Hoy nos queda aferrarnos a tu ejemplo
y no confiar en todo lo que brilla;
porque mientras unos nos alaban
otros nos llevan a la muerte.

Cuidate y vaga entre la sombra
disípala y obsequiale tu luz
para reconocer que siempre haces falta
aunque con nostros siempre estés.