A: Casa N´OJ
Guirnalda de costumbres
y leyendas en sinfonía,
suspiro de mi noble Ixmucané,
donde su Ixcap se volvió poesía
para seducir a Xelajú.
Eres embrujo de arte y chirimía
apoteosis donde se habla cada día:
Gomo disipar cualquier lamento
del poeta que quiere una posada.
Broche del bello Centro Histórico
donde enjuta su llanto cuando llora
y se vuelve pentagrama a cada hora
para abrazar al artista vagabundo.
Que diera por enhebrar en tu regazo
la ideología de cada artista quetzalteco
para cubrirte de tiernos arcoíris y cedazo
y con rimas que están por florecer.
Adrián Inés Chávez, vive en ti,
puliendo sus filologías y destellos;
no digamos otros personajes bellos como
Salvita Aldana, que ahí está.
Guando visito tus entrañas,
quisiera estar en tu chachal;
no sé que deba ofrendarte
por ser pobre, sin jade y pedernal.
Ambigüedad de poema e historia,
concordancia o sintaxis señorial,
Meca de la gran Cultura Quetzalteca;
manantial que calma mi sed tan natural.
“Costumbro” divino contra toda
discriminación,
metamorfosis hacia la hermandad
que aun falta zurcirla con la
comprensión
para formar un solo corazón.
Se, que tus auras y acerinas
ya entendieron mi intención;
Convertirte en aquel confesionario
que reciba mis congojas y oración.
Por ello, fue especial
tu nacimiento
en el preciso y lucido momento
para erradicar cualquier oscurantismo
que quiera ahogar el intelecto que aún
pervive.
Tiende tu manto más allá del
horizonte,
y, no sólo, al margen de ley o papel;
es que, son muchos los que vienen
y te traen muestras de laurel.
¡Bendígote oasis y consuelo !
Deja germinar en tu mayanse suelo,
toda semilla que te ofrezca el cielo
para que poco a poco sientas tu acomodo
inmortal.
