martes, 27 de enero de 2009

A San Cristóbal de las Casas, Chiapas México

No tenía idea de tu imagen santa
pero hoy que estas en mis pupilas
te enmarco en alma y corazón
para tenerte en el jardín de mis retinas.

Te brindo mi holocausto tan sincero
y los suspiros de fumarolas consentidas,
las que adornan al volcán Santa María
que en el cielo escribe tu nombre cada día.

San Cristóbal de Las Casas;
Paraninfo en que mis versos dejo,
pergamino de profunda admiración,
enlace de tu patria y Guatemala
que nos llena de inmarcecible inspiración.

Dialéctica ratificada por el tiempo,
el que nos hermana con poesía,
nos humaniza en atrios de la Historia
que Tecún con tus Aztecas ya escribiía.

Mi Luna de Xelajú también te besa
y te arrulla en un pesebre de cristal
todo para hacerte inmensamente inmortal
y seas de su iridiscencia su caudal.

San Cristóbal de Las Casas:
Abnegación purificada en elocuencia,
persuasión de progreso inefable,
maestro en el arte y los designios
que desde ya nos heredas por ser loable.

Los cuales llevaremos como broche
para que nuestro Centro Histórico
que es tuyo,
también lo lleve en su solapa día y noche
o en el pentagrama de Domingo Bethancourt.

También Osmundo Arriola en su vigilia
cortando rosas de su “Querido Rincón
y con sus nardos de oro de las estrellas”
te perfuma y bendice con su oración.

Quien no ha de pensar en ti
para robar de los poetas versos y más versos
para saturarte de pensamientos bellos
no digamos con lúcidos destellos.

La armonía de tus calles, serpentinas,
se acomoda en mis rimas en ellas enhebradas;
las que con amor y libélulas bordadas
acurrucan a Tikal y al Pop- Wuj.

Es por ello que Dios te dibujó
en el manto tricolor Guadalupano
para ser de mi Quetzaltenango hermano
y anidar ,por siempre en el rubí de mi Quetzal.

Mañana cuando a mi lar regrese
me llevaré tu aureola bienhechora
y con mi Patronato la pondremos
en la albura de la Monja Blanca que te adora.

Como ves, no quiero despedirme
por los versos que en mi siguen floreciendo;
mejor regreso otro día con más elocuencia
para seguirte inmortalizando.

Por el momento:
Adiós te digo con mis rimas,
adiós te digo con amor,
no he de dejarte otra cosa
que “un beso, un abrazo o una flor”.

TE NECESITAMOS NAVIDAD

Con esta delincuencia ingrata
te necesitamos, oh, bella Navidad,
para fortalecer nuestro espíritu
y nuestra alma en orfandad.

Para que las algarabías sean himnos
saturados de amor y de bondad
para que el enfermo triste
deje su lecho y vuelva a caminar.

Que la viuda pueda sonreir
al compás de sús inocentes herederos
para que sean pebeteros
por el sendero y adonde va.

Que el presidiario arrepentido
piense en su patria que lo añora,
retorne a la luz de la justicia
y al hogar que casi había perdido.

Que el delincuente regrese al evangelio
y ayude al Sembrador de caridades,
predicar en todas las ciudades
lo valioso que es volver a renacer.

Que el drogadicto en su tormenta
abandone por siempre su pecado
reconozca que la vida es corta
y que no vuelve nunca más.

Que el corrupto limpie ese nombre
que Dios le dio en su sagrario
y que convierta sus desvíos en rosario
para que la oración sea su sustento

Que el niño de la calle
sienta el calor de una mano
que lo convierta en hijo o hermano
para que calme de sufrir.


Que la envidia y egoísmo
desaparezcan de cada corazón,
que en cada hogar se escuchen ;
palabras en cada devoción.


Que el maltrato intrafamiliar
se convierta en vespertino crepuscular;
que la nueva alba bicolor
sea inmaculada y llena de sinceridad.

Que los minusválidos atestigüen
la infinita caridad de Dios;
porque al saturarlos de paciencia
son claro ejemplo de sus ciencia.

No olvido al pordiosero
Que acurrucado en su esquina
Espera una moneda inquina
Para tener derecho a un pan.

En todo ello pienso y callo
y a veces no me deja sonreír,
pero en esta Navidad yo quiero
también cambiar para saber vivir.

Que diera porque mis hermanos
me ayudaran en mi intento,
para que en cada momento
no tengamos que sufrir.

Para que un mendrugo
Podamos compartir
Con el que en un resquicio
de la vida quiere renunciar.

Come no tengo nada que dar al mundo
sólo le ofrezco mi corazón y fe,
porque muy bien en a gloria esté
el que de este mundo ya se fue.

miércoles, 7 de enero de 2009

Un llamado a mi mundo

Quiero escribir un verso
para erradicar la guerra,
un versículo que sacie el hambre
y una oración para el mismo hombre.

Camino por mis calles
y casi no encuentro nada,

sólo gente muy frustrada
y una que otra admiración.

Será por la violencia..?
0 la fe que se perdió..?
Para romper lo que Dios nos dio
que es profundo y supremo amor.

Quiero luz para el alma oscura,

sonrisas para los labios mustios,
un pan para mendigos sucios
y consuelo para la viuda pobre.

Camino por la vida
y no cosecho lo que anhelo;
sólo niños sin consuelo
a causa del vicio y engreído corazón.

En este laberinto extraño
lo oscuro es claridad;
la claridad la convierto en vanidad.

Díganme como inyecto sanidad.

Pobre este mundo y yo;
el mundo por ser tan bello
y despreciado,
yo, un átomo olvidado
que talvez nunca existió.

Dios no llega al prepotente,
mucho menos mi intención;
él, por tener otro corazón,
yo, por obedecerle sin vacilación.

Tú, continua tu camino;
y procura sentirte bien,
para merecer el Santo Edén
que también anclo yo.

Ven y ayudémonos hermano,
aprovechemos el momento;
mañana solo será lamento;
no digamos mucho más …..


Para despedirme y no cansarte:
Sólo me queda la gran satisfacción
que hice el intento de cambiar
ante tanta ingratitud sin solución.